LATINOAMÉRICA: LA TIERRA DE LOS GIGANTES DORMIDOS
Los mercados emergentes dominarán los temas de conversación del iGaming a lo largo del 2021, entre estos en el mercado latinoamericano habitan múltiples oportunidades nuevas. Continúa leyendo este resumen sobre la regulación y renta desde México a Brasil para que tengas una idea sobre el enorme potencial de esta región.
Latinoamérica es una región prometedora para la industria del iGaming, los mercados que han optado por regular los casinos en línea y casas de apuestas están observando un crecimiento estable en el sector. Además, aquellos países con regulaciones favorables en el horizonte están anticipando niveles de crecimiento sorprendentes en un futuro cercano.
El estatus regulatorio de las apuestas en línea varía en a lo largo de la región, pues algunos países como Ecuador y Brasil en el momento prohíben cualquier tipo de apuestas o juegos de azar en línea, exceptuando las loterías nacionales. Mientras en otros países en los que no está oficialmente regulado, tampoco está prohibido de manera activa.
Bolivia y Nicaragua incluyen las apuestas en línea dentro de su marco regulatorio para la industria de apuestas como un todo, y en Argentina la base de la reglamentación está dada provincia por provincia.
Bolivia, México y Brasil actualmente están entre los países que están considerando y buscan activamente reformar las leyes sobre los juegos de azar y apuestas en línea. Los dos últimos en el momento han propuesto una legislación que está bajo consideración. Colombia mientras tanto se encuentra actualizando su marco regulatorio con el fin de adoptar de una mejor forma la era digital.
Argentina
Con una población cercana a los 45 millones, Argentina es el cuarto país más grande y la segunda economía más grande de Latinoamérica. Las apuestas están reguladas a un nivel de provincia por provincia, y los operadores solo pueden ofrecer sus servicios a los residentes de la provincia. Para aquellas regiones que escojan la opción de regular, es permitido para los operadores ofrecer cualquier forma de juego o apuestas virtuales.
Se estima que el sector de juego y apuestas en línea puede generar $2.4 billones de ingresos anuales. En un esfuerzo por recuperarse de la crisis del 2020 el gobierno recientemente anunció que el impuesto federal incrementará del 2% al 5%. Este último es diferente a los impuestos por provincia y de la ciudad, pues la provincia de Buenos Aires grava a los operadores el 25% de sus ingresos de juego brutos (por sus siglas en inglés GGR), y en la ciudad de Buenos Aires el impuesto es del 10% sobre el GGR.
El país también regula la publicidad de las apuestas, dichos anuncios no pueden estar dirigidos a menores y tampoco pueden ser engañosos o confusos. Solo los operadores autorizados pueden anunciar sus servicios en el país.
La IPLyC (Instituto Provincial Lotería y Casinos de Buenos Aires) inició el 2021 lanzando su régimen de licenciamiento con una serie de alianzas entre compañías nacionales y operadores del extranjero como William Hill, Bet365 y 888 Holdings.
Brasil
Brasil el país más grande y poblado de Latinoamérica, frecuentemente conocido como el gigante dormido -aquel atrasado por despertarse-. En el momento, la mayoría de las formas de juego están prohibidas sin embargo, una comisión especial fue formada en el 2016 con el fin de desarrollar regulaciones para el sector de apuestas deportivas. La normativa de los juegos de azar fue presentada en el 2018, pero el esquema de implementación ha sido retrasado.
El proceso legislativo involucró consultas públicas que trajeron cerca de 2000 sugerencias de 600 compañías de juego. En última instancia las apuestas deportivas serán privatizadas, las loterías serán administradas por el gobierno y los clubs de jockey continuarán ofreciendo las apuestas hípicas. Las nuevas regulaciones que son las más esperadas deberán entrar en vigor hacia la mitad del 2021.
Una vez las regulaciones entren en efecto, Brasil tendrá el mercado más grande de apuestas físicas y en línea. Con una población de más de 200 millones (se estima que el 63% tienen acceso a un teléfono móvil) y una pasión nacional por los deportes – en especial el fútbol – Brasil es un sueño hecho realidad para las casas de apuestas que quieren expandirse en Sur América.
El costo de la licencia para las casas de apuestas se estableció en R$3 millones ($560,000), con una tarifa mensual de R$20,000 ($3700) para operadores en tierra de tiendas retail. Las casas de apuestas que operen exclusivamente en línea deberán pagar una tarifa mensual de R$30,000 ($5600), y aquellos que operen ambas retail y en línea deberán pagar R$45,000 ($8400).
Toda la industria del iGaming ha estado monitoreando de cerca la situación en Brasil – y por una buena razón-. Pues dentro de un plazo de cinco años de haberse regulado, el mercado de apuestas deportivas del país estará valorado en más de $1 billón.
Chile
El ministro de Finanzas de Chile recientemente anunció que será presentado un proyecto de ley que regule el juego en línea ante el congreso chileno en la primera mitad del 2021. Actualmente las regulaciones prohíben incluso a los casinos físicos con licencia ofrecer sus servicios en línea. Las normas planeadas permitirán los juegos de azar en casinos y las apuestas deportivas, como un esfuerzo para incrementar los ingresos provenientes de impuestos y asegurar la protección de los jugadores.
En el 2020, los reguladores anunciaron que el fundamento para renovar las aplicaciones será evaluado en función de una valoración financiera en lugar del estado actual de la licencia de una compañía. Esto quiere decir que las nuevas licencias serán otorgadas a través de un proceso de licitación, en vez de permitir a los titulares de la licencia renovarla solo cumpliendo una serie de requisitos y pagando una tarifa.
Estos cambios fueron tomados con gran nivel de desaprobación por un grupo de inversionistas extranjeros vinculados a la industria de casino chilena, y generaron que la Asociación de Casinos de Chile detuviera todas las negociaciones con los reguladores en septiembre de 2020.
Colombia
Colombia es uno de los mercados más grandes del continente. Cuenta con una población de más de 50 millones, es la cuarta economía más grande, tiene una tasa de penetración de telefonía móvil del 56% aproximadamente. Junto con una reconocida pasión nacional por el fútbol Colombia representa una gran oportunidad para los negocios de juego en línea – en especial para casas de apuestas en línea.
Colombia fue el primer país en Latinoamérica en regular la industria del juego en línea en el 2016, desde ese momento el mercado del juego y apuestas ha estado creciendo continuamente desde que el licenciamiento inició en el 2017. Con la regulación del sector en línea del 2016, casi todas las formas de juego y apuestas tanto para casinos en tierra y en línea son legales ahora en el país- con excepción de las apuestas hípicas en línea en las que solo Coljuegos el ente regulador nacional, y otras operaciones privadas junto con concesiones del gobierno pueden operar este tipo de apuestas.
La industria está enseñando impresionantes estadísticas a medida que continúa su crecimiento. Las contribuciones provenientes del juego y las apuestas al Ministerio de Hacienda ascendieron a $19.6 millones en el 2019, un incremento del 106% respecto al año anterior. El ingreso neto del juego (NGR por sus siglas en inglés) del mercado se predice que puede alcanzar los $200 millones en el 2020.
Por ahora, la mayoría de las actividades de apuestas del país están centradas alrededor de comercios tradicionales de apuestas, sin embargo, al igual que en otros mercados las apuestas en línea rápidamente están ganando terreno. Mientras las apuestas deportivas – especialmente apuestas de fútbol – dirigen la mayor parte de la atención de los apostadores colombianos, otros juegos de azar como slots y loterías también son muy populares.
La tasa impositiva por el juego está fijada en un 15% de los ingresos brutos, los operadores de juego en línea también deben pagar una tarifa anual que equivale a 811 veces el salario mínimo en Colombia (aproximadamente $175,500,175).
Costa Rica
Un país que cuenta con una estabilidad política y económica, Costa Rica es una base atractiva para un número de industrias internacionales – incluyendo el sector del iGaming. Aunque las leyes de 1922 y 1974 prohíben los juegos de azar, la aprobación tácita del gobierno ha convertido el país en un centro para la industria del juego en línea.
Las autoridades permiten a las compañías de juego establecerse en el país en la medida en que sigan la legislación costarricense, la cual les prohíbe ofrecer los servicios de juego a los ciudadanos costarricenses. Sin embargo, estas compañías pueden aceptar jugadores de otras jurisdicciones.
La tolerancia por parte del gobierno hacia las empresas de juego, y la falta de impuestos sobre la renta por juegos y apuestas en línea ha contribuido a que el país sea altamente atractivo para operadores de casino en línea. Se estima que al menos 450 compañías vinculadas a la industria del iGaming operan fuera de Costa Rica.
En este territorio no hay una licencia de juego oficial otorgada por los reguladores, en lugar de ésta los operadores aplican por una licencia para el “procesamiento de datos” y con frecuencia son clasificados como call centers. Además, los bancos costarricenses no procesan transacciones de juego en línea de los operadores ubicados en el país.
República Dominicana
La industria de casinos en la República Dominicana se desarrolló junto con el sector del turismo a lo largo de la segunda mitad del siglo veinte, ya que el gobierno buscaba diversificar la economía del país. La ley de 1960 y 1970 presenció la legalización del juego y exenciones fiscales para compañías privadas que invirtieran en turismo, incluyendo los casinos.
Todos los tipos de juego están regulados en la República Dominicana exceptuando las apuestas de deportes de fantasía y virtuales, los cuales no están concretamente reguladas, pero tampoco prohibidas. Las licencias de juego tienen un costo aproximado de $230,000 y también obliga a los operadores a pagar una tarifa administrativa adicional de $23,000.
La República Dominicana impone un impuesto sobre las ventas del 10%. Adicionalmente los operadores deben proveer a la Dirección Nacional de Casino y Juegos de Azar una tarifa de RD$1 por cada RD$100 que procesen. También deben invertir RD$2 adicionales por cada RD$100 procesados por la provisión de equipo técnico a la dirección. Los operadores también deben retener el 25% de las ganancias de los jugadores y dirigir dichas ganancias a la Tesorería Nacional.
Ecuador
Los casinos tradicionales y salas de bingo fueron forzados a cerrar en el 2012 y de una manera similar el juego en línea es prohibido. Sin embargo, en el 2019 un grupo conocido como Asociación de Ex Trabajadores de Casinos de Ecuador empezaron a hacer un llamado para reversar dicha prohibición. El líder del grupo alegó que los ciudadanos ecuatorianos simplemente estaban viajando al país vecinos Perú y Colombia para apostar, generando para ellos un ingreso estimado de $45 millones y por ello los casinos deberían reabrir. No obstante, hasta el momento ninguna legislación ha sido considerada para la nueva regulación.
Guyana
El Acto de Prevención al Juego de Guyana prohíbe el juego, pero hay un número de excepciones tales como la lotería y apuestas mutuas. Los juegos de casino pasaron a ser legales en el 2007 como parte de un impulso para estimular el sector del turismo del país. Hasta ahora solo dos casinos han abierto, y solo los huéspedes hospedados en el hotel en convenio pueden jugar.
Actualmente no existen leyes que prohíban explícitamente el juego en línea en Guyana. El Acto de Prevención al Juego específicamente prohíbe el juego en casas de apuestas tradicionales, siendo este un requerimiento que el juego remoto no cumple. Sin embargo, en el 2013 el gobierno revocó las licencias de juego obtenidas por las compañías de apuestas remotas.
México
Con más de 120 millones de personas, una tasa de penetración de telefonía móvil del 60% aproximadamente, y la segunda economía más fuerte de Latinoamérica México es ampliamente considerado como una tierra fértil para operadores y casas de apuestas nuevas y con planes de expansión.
Casi todas las formas de apuestas están reguladas de manera explícita en México exceptuando las salas de cartas en tierra (los juegos de póker sólo son permitidos en casinos) y los deportes de fantasía (los cuales son permitidos, pero no regulados expresamente). Al igual que el resto de Latinoamérica todos los juegos de azar son populares a lo largo del país, con apostadores que enseñan un alto nivel de entusiasmo cuando se trata de las apuestas de fútbol.
El texto legislativo principal que gobierna el juego en México es la Ley Federal de Juegos y Sorteos de 1947. La totalidad de las regulaciones entraron en efecto (luego de muchos debates) en el 2004, mientras la mayoría de las formas de apuestas están técnicamente prohibidas varias interpretaciones del marco regulatorio del país han abierto un espacio para un próspero sector del juego.
Los operadores de casinos en línea y casas de apuestas no requieren una licencia adicional, solo una autorización junto con una alianza con un casino en tierra titular de la licencia. No obstante, el país podría beneficiarse más si el ente regulatorio que es la Dirección General de Juegos y Sorteos redujera los requerimientos y emitiera más licencias, pues solo el sector de juego y apuestas en línea tiene ingresos estimados hasta de $450 millones, con solo $50 millones provenientes de operadores autorizados.
Nicaragua
Dejando de lado las carreras, deportes de fantasía y apuestas en productos virtuales, todos los tipos de juego -en tierra y en línea – están regulados en Nicaragua. El ente regulador está dividido entre la Dirección General de Casinos y Salas de Juego y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Aunque el juego en casino en tierra y en línea fue legalizado en el 2001 la industria aún sigue en gran medida poco desarrollada.
Panamá
Todas las formas de juego están reguladas en Panamá, el juego en línea está sujeto a una licencia local y los operadores pueden ofrecer apuestas deportivas, apuestas de competencias automovilísticas y un amplio rango de juegos de casino. Sin embargo, algunos productos están prohibidos, algunos incluidos en la lista son juegos de lotería, apuestas hípicas, eventos para aficionados, elecciones políticas y otra serie de eventos que están a discreción del ente regulador.
El costo de la licencia es aproximadamente $49,000, los solicitantes deben tener un representante legal en Panamá y cumplir con todas la reglas y regulaciones, someterse a una verificación de antecedentes y estar establecido en el país. La tasa impositiva para el juego en línea es el 10% de los ingresos brutos (por sus siglas en inglés GGR), y el juego es regulado en el país por la Junta de Control de Juegos.
Los cambios regulatorios anunciados en septiembre del 2020 convirtieron a Panamá en uno de los pocos países de Latinoamérica en contar con un mercado de juego completamente regulado. Anteriormente los operadores con licencia se les impedía ofrecer servicios a los ciudadanos panameños, pero ahora a los operadores se les permitirá tener hasta cinco dominios “.pa”. El ente regulador anticipa otorgar licencias entre 10 y 15 operadores
Paraguay
Casi todas las formas de juego son legales en Paraguay. El único operador de apuestas con licencia del país aporta aproximadamente $4 millones en impuestos anuales. En el 2015 el gobierno redactó un proyecto de ley que podría actualizar la legislación del juego del país, en particular para el juego en línea. Con las reformas tributarias del 2021 se espera que incluyan nuevos impuestos para el juego.
Perú
En Perú los casinos y máquinas tragamonedas están regulados, más no las loterías, carreras o apuestas deportivas. El juego en línea tampoco se encuentra regulado, lo que quiere decir que mientras las autoridades no otorguen licencias tampoco prohíben a los operadores ofrecer juegos de casino en línea o apuestas deportivas. El gobierno también ha anunciado su intención para regular el sector de juego en línea.
Las únicas organizaciones que formalmente están autorizadas para ofrecer servicios de apuestas en línea son Intralot Perú y la Corporación Galena que opera juegos de lotería para instituciones sociales, y el hipódromo de Monterrico.
Los estándares de identificación técnica y de los jugadores no se encuentran establecidos en las regulaciones actuales. Además, no hay un esquema de tributación, pero formalmente los servicios de apuestas en línea reconocidos pagan un impuesto del 20% sobre el GGR. La tasa de penetración de telefonía móvil de Perú está por debajo de otros países en Latinoamérica, pues solo el 42% de los peruanos se estima que tengan teléfonos inteligentes.
Mientras los casinos en tierra y los sectores de apuestas deportivas se encuentran bien establecidos, el sector en línea está creciendo y presenta una oportunidad atractiva para los operadores de iGaming.
Uruguay
Gran parte de los tipos de juego son legales en Uruguay, sin embargo, el país carece de un marco regulatorio coherente. En cambio, los operadores son regulados caso por caso según los términos individuales de cada contrato de concesión.
El gobierno controla exhaustivamente el sector del juego, pero en la última década ha dejado más espacio para que los operadores privados se involucren. Aunque la mayoría de los casinos son operadores bajo el monopolio del gobierno algunos operadores tienen inversionistas privados.
La ley del 2018 le otorgó toda la autoridad para operar el juego en línea corporativo a la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas. Fuera de las loterías y apuestas deportivas ofrecidas por la DNLQ el juego en línea está prohibido. Sin embargo, hay una excepción pues los operadores de casinos en línea pueden establecer una entidad legal en Montevideo una zona franca siempre y cuando no ofrezcan sus servicios a los ciudadanos uruguayos.
Venezuela
Los casinos y salas de bingo fueron vetados en Venezuela en el 2011. En el 2019 el gobierno aprobó un casino de criptomonedas como un esfuerzo para impulsar el valor de la criptomoneda del país llamada Petro.
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